REALIDAD NACIONAL

La democracia
 En el mundo contemporáneo existen una pluralidad de imágenes y usos para el concepto de democracia. En la mayoría de los casos la palabra "democracia" es usada como sinónimo de libertad, de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, etc. Sin embargo, para algunas personas es símbolo de ineficacia, anarquía y de politiquería.
Lo cierto es que la democracia constituye un régimen político que implica no sólo una forma de gobierno y estructura económica social, sino también valores, actitudes y conductas democráticas. Además, es el sistema político usado en la mayor cantidad de países en el mundo.
El fundamento de la democracia es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana. Las personas son libres y conscientes de su libertad, tienen la facultad de decidir y elegir.
La democracia es la forma de organización social y política que mejor garantiza el respeto, el ejercicio y promoción de los derechos humanos. La democracia, al igual que los hombres y las mujeres, es perfectible.
Desde el punto de vista político, la democracia es una forma de gobierno en que la propia sociedad, orienta y dirige el poder del Estado. Abraham Lincoln en 1863 la definió como "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
El gobierno democrático parte del supuesto de que todos los miembros de la nación están llamados a intervenir en su dirección. Da la posibilidad de participar en el destino de la sociedad, para el interés común general.
La democracia como hecho histórico tiene su origen en el siglo V antes de Cristo, para designar la forma de organización política que adopta la polis de Atenas. Este régimen fue instaurado después de un largo proceso de reformas y cruentas revoluciones.
Etimológicamente, la palabra "democracia" se compone de dos palabras griegas: "demos", que significa pueblo, población, gente, y "kratos", que significa poder, superioridad, autoridad.
Características de la democracia
  • Es constitucionalista, pues sienta sus bases en una Carta Fundamental donde se establece la organización y atribuciones de los poderes públicos como también se reconocen y garantizan los derechos humanos.
  • Establece el bien común como fin del Estado.
  • Es el Gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de las minorías.
  • Permite el pluralismo ideológico y político.
  • Incentiva las libertades políticas que rodean al proceso electoral
  • Permite elecciones libres periódicas de los gobernantes según las normas preestablecidas, con sufragio universal, secreto, personal, igual y debidamente informado de los ciudadanos.
  • Se da una competencia pacífica del poder. Se descarta todo tipo de violencia tanto física como verbal, al igual que el terrorismo.
  • Se distribuye el Poder del Estado en órganos diferentes, para evitar el abuso de uno de ellos a través del control de los otros.
  • Se reconoce la autonomía de los cuerpos intermedios de la sociedad para que los ciudadanos satisfagan diversas necesidades.
  • Permite la vigencia efectiva de un estado de derecho.
Atributos de la democracia
Los atributos se refieren a los valores, principios y reglas que todo régimen democrático ha de tener.

I) Valores democráticos
La dignidad de la persona: Reconocimiento y valoración integral de todos los individuos por el hecho de ser persona humana. Todos, sean de distinto sexo, edad, etnia, condición socioeconómica y cultural, tienen una misma dignidad inalienable.
La libertad: Es una característica de toda persona humana que la trae consigo al momento de nacer. Ella le permite optar o elegir, tomar decisiones, definir su vida personal y social. La libertad es inherente a nosotros mismos.
La igualdad: Es un valor que reconocemos a todas las personas humanas por igual. Todos nacemos iguales en derechos y dignidad.

II) Principios esenciales de la democracia
Respeto, promoción y garantía de los derechos humanos: El Estado está obligado al respeto de los derechos de las personas, a promoverlos y garantizarlos a través de normas jurídicas y mecanismos eficaces ante un Poder Judicial independiente. Los ciudadanos tienen, por su parte, la responsabilidad de valorar, respetar y promover los derechos de sus semejantes en el medio social que se desarrollan.
La autodeterminación del pueblo o la Soberanía popular: Constituye el reconocimiento efectivo de que el pueblo, es decir, el conjunto de ciudadanos-electores a través del sufragio universal, tiene la capacidad y el poder de elegir el tipo de gobierno que estime conveniente con total independencia y libertad. El pueblo es la fuente donde nace y se origina el poder del Estado, quien lo delega en autoridades o gobiernos. Ninguna persona o grupo tiene el derecho de imponer sin el consentimiento del pueblo una determinada forma de organización política.

III) Reglas democráticas 
  • Gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de las minorías.
  • Pluralismo político e ideológico.
  • Búsqueda de solución pacífica a los problemas.
  • Elección periódica y libre de los gobernantes.
  • Existencia de un estado de derecho.
  • Respeto por la autonomía de los cuerpos intermedios.
  •  
Atributos variables de la democracia

Los atributos variables se refieren a características cuya intensidad, frecuencia o grados pueden variar o no ser similares entre regímenes democráticos. 


  • Intensidad y frecuencia de la participación ciudadana.
  • La mayor o menor fidelidad con que el sistema de elecciones de las autoridades refleje y represente la voluntad ciudadana.
  • Mecanismos que garanticen los derechos humanos.
  • La existencia de estructuras organizativas que favorezcan el acceso del mayor número posible de ciudadanos a los cargos de responsabilidad.
  • La posibilidad de controlar las tareas de las autoridades electas y la posibilidad de hacerlas dimitir en el momento que no desempeñen correctamente sus cargos.
  • Posibilidad real de participación política de la oposición. 

 
Las tribus urbanas.
Anteproyecto de investigación.
Presentación martes 10 de julio.
enviar; histomundo@gmail.com

1.- PRESENTACION DEL TEMA: (1)

Criterios de interés personal. ¿POR QUÉ ELEGÍ LA TEMÁTICA?
El proceso de investigación en historia no difiere en lo general del que se sigue en todas las ciencias, sobre todo en las que estudian el fenómeno humano. Por tanto, la secuencia de los pasos sigue un orden establecido por la metodología de investigación.
El primer paso consiste en escoger un tema relacionado con los diversos fenómenos que estudia la historia, basándose en una observación preliminar destinada a obtener la mayor información posible sobre el tema seleccionado, mediante la lectura de las más recientes investigaciones realizadas al respecto.
(AMBITO-VARIABLE INDEPENDIENTE Y DEPENDIENTE, SITUACIÓN DE CONFLICTO, SUJETOS HIST'ÓRICOS, CONTEXTO GEOGRÁFICO Y TEMPORALIDAD HISTÓRICA)

2.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

a).- PRESENTAR LA PREGUNTA QUE PROBLEMATIZA EL TEMA Y QUE NOS LLEVA A LA NECESIDAD DE INVESTIGAR. (1)

b).- ASOCIAR EL PROBLEMA CON EL ESPACIO GEOGRÁFICO Y TEMPORALIDAD HISTÓRICA.

¿Por qué acote la investigación a la temporalidad y espacio señalado? (2)

c).- Criterio de relevancia social. ¿La problemática está relacionada con situaciones vigentes actuales? Argumenta. (2)

d).- Criterio de viabilidad. ¿Existen fuentes disponibles para la investigación? (5) ¿Cuáles son los especialistas en las disciplinas que podrían ayudar en la investigación? ¿Cuál es el tiempo tentativo que utilizaré para desarrollar la investigación? (6)

e).- Criterio de originalidad. ¿Existen estudios relacionados con mi investigación? Menciona tres. (3)
f).- Cinco fuentes relacionadas con el tema de investigación.



ACTIVIDAD EVALUADA
ANÁLISIS DE TEXTO
12-06-12

PRESENTACIÓN POWER POINT DEL TEMA ESPECÍFICO DEL LIBRO Transformaciones culturales e identidad juvenil en Chile. Editor. PNUD. Datos Publicación. Santiago, Chile : PNUD, [2003]. 53 p.



AYSEN Y SU PROBLEMÁTICA



Unidad: jóvenes y cultura juvenil

El concepto de cultura de Peter Burke que señala que cultura es un “sistema de significados, actitudes y valores compartidos y las formas simbólicas, sean acciones o creaciones, en que éstos se traducen y se expresan” (Burke, Peter. 1990. Cultura popular en Europa moderna, Alianza Editorial, Madrid).


La definición de cultura de C. Geertz, quien señala que: “Cultura denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los seres humanos comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida”, (Geertz, Clifford, 1987. La interpretación de las culturas. Ed. Gedisa, Barcelona)

texto 2:   http://www.desarrollohumano.cl/otraspub/pub09/pnud_injuv.pdf
texto 3:  http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22362008000100005&script=sci_arttext





Texto N° 1 introductorio de unidad


Tribus Urbanas: por el devenir cultural de nuevas sociabilidades juveniles[1]

Fuente: http://www.naya.org.ar/congreso2000/ponencias/Raul_Zarzuri.htm

Raúl Zarzuri C.[2] Y Rodrigo Ganter S.[3]

El presente artículo se enmarca dentro de una perspectiva que busca comprender las tensiones de sentido que atraviesan los mundos juveniles actuales a partir de la intervención de una lengua heteróclita, cuya estrategia se inscribe en una ruptura con los discursos colonizadores de las disciplinas, intentando explorar los circuitos donde se mezclan los saberes, las zonas de contagio disciplinarios, los procesos de hibridación y de mediaciones culturales, tan característicos de las sociedades latinoamericanas, y que autores como Nestor García-Canclini o Jesús Martín-Barbero han descrito profusamente en sus diversos trabajos y sus visitas a nuestro país. De esta forma, la puesta en escena de dicho enfoque supone una operación que desborda la crisis del diagnóstico de los saberes hegemónicos, reconociendo –del mismo modo- la dilemática discursiva a la cual se ven enfrentados los saberes contemporáneos en su intento por recobrar la palabra después de la catástrofe comunicativa a la cual nos arrojó la experiencia de la dictadura. Por este motivo, el gesto que pretende imprimir el presente trabajo se liga con el propósito de instalar un diálogo fronterizo con las memorias tránsfugas y los movimientos de desterritorialización de las sensibilidades cotidianas que se desplazan oblicuamente por la compleja trama simbólica de nuestro Santiago globalizado. Pro-moviendo, entonces, una lectura compatible con las fisuras, las discontinuidades y los afectos que hoy envuelven las prácticas juveniles instituyentes.

ANTECEDENTES

El fenómeno denominado Tribus Urbanas[4] ha causado progresivo revuelo en esta última década en nuestro país y particularmente después del advenimiento de la democracia. Prueba de ello lo constituyen los recientes episodios de violencia suscitados en el Gran Santiago (Parque Forestal, Colón Oriente, sucesos acaecidos en la Pintana durante el mes de febrero del año en curso, etc.) y protagonizados por jóvenes que participan en este tipo de agrupaciones.

Según datos de la SIP de Carabineros, existen alrededor de 18 “pandillas” juveniles en el Gran Santiago, concentradas principalmente en las comunas de San Miguel, Pedro Aguirre Cerda, Ñuñoa, Recoleta, Conchali y la Pintana. Entre las agrupaciones más renombradas podemos encontrar a los Sombra Latina de Maipu; los CNI, los RAS (resistencia anti social) y los MS (mente sucia) de San Miguel; los MJ (malas juntas) y los MC (mala clase) de P.Aguirre Cerda; los Fleming Clan de las Condes; los de la Villa Olímpica y los de la Villa Frei de Ñuñoa; los Peñi y los Pinreb (Pintana rebelde) de la Pintana.

Las estadísticas señalan que los jóvenes que participan de estos grupos “en su gran mayoría son menores de dieciocho años, caracterizados como sujetos jóvenes, de procedencia marginal o de clase socioeconómica baja, con escasa o nula educación y que actúan en pandillas que fomentan la violencia y el delito, y tienden a causar mayor daño a sus víctimas” [5].

Frente a este fenómeno, la opinión pública ha mostrado un creciente nivel de preocupación, pero no se cuenta -en este momento- con una batería interpretativa de la problemática que contribuya a caracterizar y entender en profundidad el suscrito fenómeno. En ese sentido, las escasas aproximaciones a este tipo de dinámicas juveniles provienen –generalmente- del discurso dominante que existe en torno a estos microgrupos, vale decir, de las indagaciones policiales o de los medios de comunicación, donde la tendencia es a encapsularlos bajo el rótulo y el estigma de la delincuencia, la drogadicción, la violencia y las bandas juveniles (eje de la desadaptación y la desviación social).

No obstante, la emergencia y proliferación de las Tribus Urbanas se deja comprender mucho más eficazmente cuando las consideramos como la expresión de prácticas sociales y culturales más soterradas, que de un modo u otro están dando cuenta de una época vertiginosa y en constante proceso de mutación cultural y recambio de sus imaginarios simbólicos. Proceso que incluso comienza a minar las categorías con las cuales cuentan las ciencias sociales para abordar la complejidad social, y que particularmente en el caso de las nociones ligadas a la juventud la realidad parece desbordar más rápidamente los conceptos con los que se trabaja. Por lo cual se hace necesario y urgente generar una aproximación reflexiva encaminada a superar dichos desajustes.

La sensibilidad juvenil de esta última década comienza a poner en práctica toda una ritualidad distintiva, que va marcando y protegiendo el espacio de su cotidianeidad. Conjuntamente con ello se va produciendo una resignificación del hábitat urbano donde se desenvuelve esta sensibilidad. “Ésta, se caracteriza por un “devenir” que va desde la periferia al (un) centro y que muchas veces es sin rumbo definido. Es el “andar carreteando”, donde el énfasis está puesto en el “andar” (…) En ese deambular, el encuentro con un otro mediado por las “marcas”, facilita el identificarse. Son las señas de reconocimiento que les permite catalogarse como: hippie, thrasher, punki, cuico, artesa, tecno, under, etc. En este “andar” se reconocen diversos, se re-encuentran en el contraste; en la diferencia que, si es respetada, exige la contraparte”[6]

En este último sentido, las Tribus Urbanas podrían constituir una cristalización de tensiones, encrucijadas y ansiedades que atraviesan a la(s) juventud(es) contemporánea(s). Son la expresión de una crisis de sentido a la cual nos arroja la modernidad, pero también constituyen la manifestación de una disidencia cultural o una “resistencia” ante una sociedad desencantada por la globalización del proceso de racionalización, la masificación y la inercia que caracteriza la vida en las urbes hipertrofiadas de fin de milenio, donde todo parece correr en función del éxito personal y el consumismo alienante.

Frente a este proceso, las Tribus Urbanas son la instancia para intensificar la experiencia biográfica y la afectividad colectiva, el contacto humano y sobre todo la alternativa de construir identidad y potenciar una imagen social. En otras palabras, las Tribus Urbanas constituyen una posibilidad de recrear una nueva “socialidad”, de reeditar un nuevo orden simbólico a partir del tejido social cotidiano. Pero, sobre este punto los medios también juegan un rol preponderante, en tanto combustionan el proceso de tribalización actual: los reportajes, la moda, el cine, la música, etc. Lo que lleva a inferir una especie de alianza tácita entre medios y Tribus. Asociación que no deja de ser contradictoria: los medios demonizan pero simultáneamente fortalecen su desarrollo.

En suma, el problema que nos interesa puede ser planteado del siguiente modo: hasta ahora las ciencias sociales han puesto el énfasis en un discurso oficial/institucional para explicarse las tensiones de sentido por las cuales atraviesa la sociedad chilena y particularmente la realidad juvenil, lo que dificulta una lectura plural de estas tensiones. De este modo, una lectura heterónoma necesariamente debe explorar en las narrativas informales, donde se modulan los recursos de expresión simbólica de memorias y subjetividades en ambiguos conflictos de representación. Bajo este supuesto una nueva mirada a este tipo de cultura juvenil debe explorar y rescatar la praxis discursiva presente en estas agrupaciones, y que de un modo u otro refiere simultáneamente a un tipo de saber específico/cotidiano y a determinadas lógicas comportamentales que se constituyen al interior de estas nuevas formas de asociación juvenil –Tribus Urbanas-. Todo ello con el propósito de contribuir no sólo a generar un proceso de des-estigmatización de este tipo de jóvenes en nuestra sociedad, sino que por sobre todo a instalar un enfoque pluralista que ayude a comprender más integralmente las problemáticas y las realidades propias del mundo juvenil actual.

Con-texto

El fin del milenio se presenta, para una gran cantidad de jóvenes en nuestro país, como un tiempo de incertidumbre y de inseguridad. Es un tiempo de crisis, el cual se puede caracterizar por conceptos que intentan ser parámetros tales como: globalización, mutaciones culturales, hibridizaciones, etc. En suma, podemos decir crisis de adaptaciones sociales; especialmente asociadas a los campos de la economía, las comunicaciones y la ética en las relaciones humanas cotidianas e institucionales, públicas y privadas, en un contexto de modernidad periférica[7], los cuales serían rasgos reveladores de esta condición.

Esta crisis es vivida profundamente en distintos planos y constituiría el actual capítulo que experimenta la sociedad modernizada o en vías de modernización, como efecto progresivo de los procesos de secularización y racionalización, con el efecto, postulado por Weber de desencantamiento del mundo. Abstrayendo otras dimensiones, sin duda de gran importancia, podemos decir que la modernidad y la secularización como contexto societal en un medio hibridizado[8] en los hechos, va desintegrando y/o mutando una visión de mundo y sus distintos ordenes institucionales, mutación que se manifiesta fuertemente en el ámbito de lo cultural, caracterizándose siguiendo a Franssen (1994) por los procesos de “mutación cultural” los cuales se pueden visualizar “por la importancia creciente de las industrias culturales (medios de comunicación de masas) y tiene implicaciones no solamente en cuanto a los bienes culturales y a los códigos necesarios para su consumo, sino también en el sentido mismo de la experiencia de los individuos”[9].

Esta cuestión de fondo, que extendemos al plano de los comportamientos juveniles cotidianos donde, según algunos autores, se observa un proceso paulatino de rechazo al valor intrínseco de las normas y sus supuestos y/o su aceptación instrumental en función de objetivos inmediatos, lo que permite construir imágenes de los jóvenes, etiquetándolos como: “individualistas”, “consumistas”, “amorales”, “apolíticos”, entre otros,

Las primeras aproximaciones teóricas al fenómeno de la juventud que alcanzan cierto auge en nuestro país -y que posteriormente serán sustentadoras de políticas juveniles- se dan en el contexto de la dictadura militar, especialmente en el decenio de los años ochenta. En este período, la juventud chilena fue caracterizada por algunos enfoques teóricos predominantes[10], como una juventud "anómica" y desintegrada que expresa efectos y cambios socioculturales supuestamente no deseados de la socialización en el proceso de modernización que esta viviendo el país. Se hacía referencia a la crisis de adaptación e integración expresada en la desarticulación del mundo colectivo y a la crisis de identidad cultural que se experimenta en la desarticulación de los valores, expresada, en la desintegración de la comunidad y una ruptura de las relaciones primarias.

Desde estos trabajos la anomia se visualiza como la emergencia de los deseos y las pasiones: vivir el inmediatismo a través de la evasión o la agresión y simultáneamente vivir el inconformismo. Una lectura que extrema la definición sociológica de anomia de Durkheim[11], respecto de la inexistencia relativa de normas, al extremo del caos. Esta experiencia escaparía a cualquier control normativo, manifestándose especialmente en la juventud. Esta lectura extremista adquiere algún grado de moderación cuando se replantea la concepción de anomia desde la perspectiva funcionalista mertoniana, entendida como modos de adaptación para alcanzar fines institucionalmente sancionados y valorados, por medios también institucionalmente sancionados y valorados (en la mayor parte de los casos tipificados por el propio Merton)[12]. Hablamos entonces de crisis de adaptación en el marco de transformaciones y cambios socioculturales inevitables en el marco de la modernidad.

Este enfoque proveniente de lo que se ha denominado la sociología estructural-funcionalista (eje de la desviación social), se inicia a partir de los estudios de Ralph Linton (1942), quién “observando” a los adolescentes norteamericanos en los colegios (high school), se va dando cuenta, que éstos, están comenzando a construir un mundo separado al de sus propios padres con sus propias normas y valores. La escuela comienza a transformarse en el centro de la vida social de los jóvenes, en un espacio que origina una nueva sociabilidad y una lógica propia.

Posteriormente otro autor central de esta corriente, Parsons, desarrollará en profundidad estas ideas, legitimando el surgimiento de una “cultura juvenil”, cultura que generaba una nueva conciencia generacional, que “cristalizaba en una cultura autónoma e interclasista centrada en el consumo hedonista”, a pesar que ésta no producía, por estar todavía en el aparato educativo. Esto lleva a Parsons a señalar, que la cultura juvenil se aleja cada vez más del trabajo e incluso de la estructura de clases, ya que el acceso al tiempo libre por ejemplo, parece cancelar las diferencias sociales entre los jóvenes, uniformándose la cultura juvenil, en la medida en que se vinculan al mercado a través del consumo.

Se puede plantear, a manera de crítica, especialmente al modelo funcionalista, que la situación de los jóvenes en la sociedad no puede ser reducida a un mecanismo de integración funcional, sino que se requiere el reconocimiento de la existencia de un sujeto particular que se identificaría con orientaciones culturales generales y con convicciones personales y colectivas ligadas a su propio quehacer.

A partir de esto, como lo exponen varios autores, este sujeto joven abierto a los procesos, enfrentado al fenómeno de la modernidad, queda expuesto a una serie de situaciones: la absorción por la imagen o la exclusión sin salida[13]; la internalización de los signos de muerte como valores propios o la búsqueda de una identidad que de cuenta de las expectativas, valores y sueños [14]; tomar una actitud de total pragmatismo con la realidad (atinar) o fundar un nuevo mundo (adanismo) ; asumir conductas colectivas e individuales que se expresan a través de mecanismos de agresión, compensación y resignación, para estar ahí, para tener una ilusión de participar, porque eso es lo que los hace sentirse virtualmente integrados en medio de la exclusión real, por falta de capacidad real de compra [15] .

Frente a estas visiones surgen otras voces [16], nuevos enfoques para entender a los jóvenes, que optan por la perspectiva de sujetos, lo que permite que ellos mismos se caractericen 'como jóvenes de una nueva época', 'de otra era', o 'que están en otra', asumiendo que ese 'otra' [estar en otra] a que hacen referencia evoca un momento y un espacio determinado que tiene características propias, diferente de los adultos, a sus sistemas de vida, a la autoridad, y a todo aquello que represente los modos tradicionales de la vida social.

[1] Artículo publicado en la Revista de Trabajo Social “Perspectivas”, Año sexto, número 8, Diciembre 1999. Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez.

[2] Sociólogo, con estudios de Magister en Antropología U. de Chile. Docente e Investigador Departamento de Sociología Universidad Católica Blas Cañas. Docente Escuela de Sociología y Maestría en Ciencias Sociales Universidad de Artes y Ciencias Sociales ARCIS

[3] Sociólogo, con estudios de Diplomado en Crítica Cultural U. ARCIS y Estudios de Género U. De Chile Docente e Investigador Departamento de Sociología Universidad Católica Blas Cañas.

[4] Noción central de este artículo que será definido y caracterizada en las siguientes páginas.

[5] Revisar Fundación Paz Ciudadana: Conceptos para la prevención y contención del delito, Nº5 (1977) y Nº 11, Santiago de Chile.

[6] Soto, P. : Suicidio Juvenil: características y significados asociados. “Silencio, cansancio, derrota”, págs. 44-45, I.N.J. Santiago de Chile, 1994.

[7] Sarlo, Beatriz: Una Modernidad Periférica, editorial Nueva Visión, Bs.As.,1988.

[8] Garcia Canclini, N.: Culturas Híbridas, editorial Sudamericana, Bs.As., 1995.

[9] Frassen, A. Los jóvenes secundarios en la mutación cultural: Jenny, Carola y Mauricio, CIDE, Doc. nº4, Santiago de Chile, 1994.

[10] Valenzuela, E. La rebelión de los jóvenes, SUR, Santiago de Chile, 1985.

[11] Durkheim, Émile. El Suicidio; y también otros de sus textos.

[12] Merton, K. Robert (1972) Teoría y Estructura Sociales. FCE, 3ª Reimp., México.

[13] Tijoux, María Emilia (1993) Por aquí hay algo que está cambiando. El Retorno del Sujeto Juvenil en la Escuela - Taller ‘El Encuentro’: Un estudio de caso. Tesis de Grado Magister en Ciencias Sociales. Universidad de Artes y Ciencias Sociales(ARCIS), Santiago de Chile.

[14] Duarte, K, Juventud Popular, el rollo entre ser lo que queremos o ser lo que se nos impone, LOM, Santiago, 1994.

[15] Sandoval Manríquez, Mario (1994) Modernización y Jóvenes Pobladores Urbanos: Un Estudio de Caso. Tesis de Grado de Magister en Ciencias Sociales mención Cultura y Religión, Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), Santiago de Chile.

[16] Weinstein, J. Jóvenes de los 90: ¿”inmorales”, “incultos”, “apocalípticos” o…”nuevos ciudadanos”, CIDE, Doc. nº3, Santiago de Chile, 1991.

Conceptos básicos

1.- heteróclito, ta según http://www.wordreference.com/definicion/heter%C3%B3clito
adj. [Nombre] que no se declina según la regla común y, en general, [paradigma] que se aparta de lo regular: "ubérrimo" es un superlativo heteróclito de "fértil".

Irregular, extraño, fuera de orden: sus opiniones eran heteróclitas y confusas.


UNIDAD: POBLACIÓN

Fase 5: "Proyecto de desarrollo regional"

Formato de presentación: Presentación de proyectos a las autoridades.

1.- Presentar los antecedentes obtenidos durante la fase 1 que validan la problemática.
2.- Presentar las noticias que dan cuenta del problema en la región.
3.- Presentar el análisis de marco lógico, estableciendo el problema central, causas y consecuencias.
4.-Presentar los fundamentos para establecer la selección de una causa y respectivo objetivo.
5.-Presentar el proyecto y las principales acciones para concretarlo. (Maqueta, power point, papelógrafos)
6.-Establecer público al que va dirigido. (fundamento)
7.-Lugar en el que se ejecutará el proyecto.
8.- Posible impacto que generen las acciones del proyecto.

Fase 4

Presentación de marco lógico e identificación de causas y problema central y posterior presentación de objetivos específicos y general.

Fase 3

Análisis  de marco lógico

Proceso para el Arbol de Problemas


•Paso 1: Escribir el problema de desarrollo en la parte superior de un pizarrón (o usando tarjetas)

•Paso 2: Identificar los problemas percibidos por los involucrados que son causas directas del problema de desarrollo, y colocarlas debajo del mismo.

•Paso 3: Luego, colocar otros problemas percibidos que son causa de los problemas colocados por el paso 2. Así sucesivamente hasta que se llegue a los problemas ‘’raíces’’.

•Paso 4: Determinar si algún problema percibido por los involucrados es efecto del problema de desarrollo (paso 1). Si así ocurriera, colocarlo por encima de éste.

•Paso 5: Trazar líneas con flechas de los problemas causa a los problemas efecto.

•Paso 6: Asegurarse que el diagrama tiene sentido.



Fase 2

Presentación de noticias que fundamentan la existencia de la problemática observada en la región.

Fase 1


ASPECTOS ACADÉMICOS: Requisitos básicos de conocimiento grupal, presentación y defensa de informe escrito.

Entrega hoja tamaño carta, arial 12, espacio normal.

1. Mapa político-administrativo. (provincias, comunas)

2. Densidad de población.

3. Situación económica. (INACER OCTUBRE-DICIEMBRE 2010)

4. PIB regional.

5. Situación del empleo. (PEA y cesantía)

6. Principales actividades económicas. (Comercio exterior)

7. Población económicamente activa.

8. Indicadores de educación.

9. Pirámide de población

10. Tasa de natalidad y mortalidad

11. Tasa de mortalidad infantil

12. Población indigente y pobre

13. Tasa de analfabetismo

14. Tasa de escolaridad


Fuentes:
Libro Santillana “Historia y Ciencias Sociales”
http://www.ine.cl/
Páginas de gobierno regional